Miuguen, página 2

La Guarida
Hora bantú: 15:00
¡Hora zulú!
¿¡Y a quién coño le importa!?

En la Guarida, Morde navegaba por la red, aprovechando que Sac y Pymie habían ido a buscar un buen afilador para el cuchillo de él. Entró en el You Tube, y descubrió los vídeos de los friquis del Mugen.
– ¡Hum…! ¡Vaya, peleas entre personajes de distintos juegos…! Y algunos personajes de películas algo disimulados, como Sadako. “Ella” sale en muchos.
Navegó y navegó, hasta que descubrió los vídeos de Meter Griffin, ¡digo, Peter Griffin! (¿Déjà vu?) en el You Tube. De todos, sólo uno le llamó la atención.
– ¿Team Draug? ¡Eh, Draug! – llamó al elfo -. ¿Tú has subido vídeos al Tubo?
– ¡No, en absoluto!
– ¿Será Charlie?
– ¡Será! Por la red se hace llamar así, ya ves…
– ¡Esto mola…! – y buscó los demás vídeos -. ¡Ahí va, si están todos…! ¡Hasta Dan! ¡Tengo que comentárselo a Mike!

Empezó a bajar las escaleras a saltos, por lo cual se tropezó y acabó bajándolas rodando como una pelota. Se estrelló junto delante de Mike, que estaba leyendo un tomo de la edición española de Lamu.
– ¡Qué gente! – se quejó entonces el baliflid -. ¡Escribir “atajo de inútiles”! ¡Todo el mundo sabe que es “hatajo de inútiles”, con hache! Y me parece que en un tomo de Death Note también apareció esta falta… ¡Leches, Morde! ¿Qué te pasa?
– ¡Nada, nada, estoy bien! – contestó el fanpiro recolocándose algunos huesos -. ¡Rápido, a tu ordenador!
– ¿Has encontrado algo divertido?
– ¿Divertido? ¡Grandioso! Resulta que Charlie ha subido vídeos en el Tubo…
– ¡Buah! ¡Yo también subí un vídeo que grabé cuando se armó el follón del rabbid…!
– ¡Lo sé, lo sé! ¡Pero este es mucho más divertido! ¡Son vídeos del Mugen!
– ¿Y…?
– ¡Y salen vecinos!
– ¡No jodas, Morde! ¡Vamos, que eso bien vale escaquearse del curro!
Entraron lo más rápido que permitió la maltrecha osamenta de Morde, y entonces comenzaron las carcajadas. Nadie protestó, pues siempre era mejor que oír “¡Mortal Kombat!” o “¡Santa rajadura!”.
Un momento después, en el bloque entró el último czarniano.
-¡Malditos! ¡Mira que no concederme el subsidio especial para “Los últimos…”! ¡Se lo conceden al último mohicano, al último kryptoniano y hasta al último de la clase, pero a mí que me parta un rayo! – lamentaba así el cazador de recompensas su suerte, cuando oyó las risas y vio la portería vacía. Suspiró.
– ¿Qué diablos estará haciendo la rajada rata…? ¡Al menos, se lo pasa bien…! – se quedó escuchando.
– ¡Qué bueno! ¡La que le meten a Lobo en este combate! – comentó Mike.
El czarniano estuvo a punto de perder el puro, que recuperó con sus rápidos reflejos.
– ¿Pero qué…?
– ¡Eso no es nada! ¡Ya verás el vídeo con Makoto! – dijo Morde. Las risas crecieron aún más. Lobo siguió escuchando mientras se acercaba sigilosamente. Entró en la portería ágilmente con un salto, y vio a la parejita de monstruitos del You Tube.
– ¡Oh, Señor, qué bueno ha sido eso! ¡Este Charlie es un crack! – dijo Mike.
– ¡Ya te dije que son lo mejor! – dijo Morde – ¡Mira, mira, ahora es cuando Lobo va a hacer un combo aéreo!
Lobo se apoyó sobre la mesa, y se asomó desde encima de Morde y Mike. Ellos seguían riendo como idiotas.
– ¡La leche, qué grande! ¿Te imaginas que ahora Lobo estuviera aquí, viendo esto? – preguntó Mike.
– ¡Anda, anda, Mike! Seguro que armaba una buena – ambos rieron, mientras se daban la vuelta, y repentinamente las carcajadas cesaron para pasar a expresiones de horror.
– ¿Qué hay, muchachos? – preguntó el czarniano.
Siguieron callados, Lobo se sentó en una de las sillas. Se fumó lentamente el puro mientras veía el vídeo.
– ¿¡Será mamarracho…!? ¿Draug? ¡No lo puedo creer!

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