Miuguen, página 1
Relato escrito por Ozanúnest
En la Guarida, la situación estaba al rojo vivo…
– ¡Maldito seas! – gritaba Sacáis, digo Sacmis, si el corrector ortográfico me da permiso – ¡Te he dicho que no te acerques a Pymie y a mí!
– ¡Venga, vamos! – le contestaba yo -. Él es invencible, podrías enviarlo a buscar una aguja en un pajar sin que se le clavara y muriera… ¡Cachis, que se me escapa el secreto!
– ¿Ein?
– Nada, nada, que aquí hay conspiradores que, por un motivo u otro, querrían acabar con un Cabeza Pirámide…- me volví, mi mirada suspicaz pasó por Draug (a quien el corrector no llamó Dragó, pero me gusta más así), Sek, Clara, Monty, Yaiba, Morde y Charlie.
– ¡Eh, que estamos en nuestra casa! ¡Faltaría más! – protestó Clara -. No nos interesa acabar con un Cabeza Pirámide.
-¡Claro que no! – dijo Monty -. ¿Quién nos traería la ternera ahora?
-En realidad yo quería derrotarlo para probar mi fuerza, Ozanu-san, pero… prefiero seguir comiendo ternera -. admitió humillado Yaiba.
– Pero… ¿Qué más quieres saber, Oza, sobre el Cabeza Pirámide? – me preguntó Charlie.
– Nada, sólo quiero entrenarme con él: Yo soy mejor jugador por mi capacidad de evitar al enemigo, pero estoy perdiendo mis reflejos, así que pensé: “¿Qué mejor que entrenar con un Cabeza Pirámide?”. Sus ataques son letales sin remedio, así que o caigo, o me crezco.
– ¿Entrenar tus reflejos? ¿Para qué? ¿Acaso quieres volver a Silent Hill? – me preguntó Sacáis, como sería conocida en adelante por la maldad del corrector.
– ¡Sí! Ha aparecido Silent Hill: Origins, en el cual sale Alessa, y también hay adelantos en la red de la quinta parte, aunque espero de corazón que sea parte verdadera de la saga, y no como la cuarta, que quisieron meterlo en la saga cuando habían comenzado a programarlo como un juego diferente. ¡Malditas franquicias!
– …- comentó Pymie, taciturno.
– Pero me estoy yendo por las ramas. ¿Qué me dices, Pymie? ¿Te hace un entrenamiento? A ti también te vendrá bien, pues soy hábil en el esquive: En el primer juego, un enano que quiso atacarme mordió el suelo, mientras yo seguía corriendo a la torre.
– ¡…! – Pymie no pudo reprimir su desconcierto.
– ¡No me da la gana! ¡Luego te emocionas, y acabas con él con alguna técnica! – chilló S… No, no dejaré que el corrector sea un canalla de nuevo.
– ¡Pero si…! Da igual, me entrenaré con algún Tyrant de Resident Evil… No es lo mismo, pero valdrá para el calentamiento. Oye, Charlie, quería hablar contigo…
– ¡Dime! – me senté en el sofá, y le enseñé unos papeles que saqué del delantal de Monty.
– ¡Eh, que no soy un portafolios!
– Mira, es un estudio del público que sigue las Paridas. Lo más importante es que observes este dato del pico de las visitas.
– Veamos… ¿Número de veces que un friqui babea por un póster de Xena? ¿Pero qué…?
– ¡Oh, perdona, eso es un documento de mis labores de contraespionaje contra el sensacionalismo! – escondí de nuevo los papeles en el delantal de Monty, y saqué otros de la nariz de Morde.
– ¿Tienes algo más escondido…? – preguntó con sorna el fanpiro.
– Sí, en el sobaco de Clara hay unas fotografías de una pop-idol japonesa – Morde se lanzó como una fiera, pero Clara contraatacó y los aullidos de Morde se oyeron en todo el bloque.
– ¡Pringado! – dije, y sonreí con maldad -. Mira, este sí es el estudio.
– ¡Huuuuuum! – estuvo leyéndolo un buen rato -. Según esto, el número de visitantes que leen una tira donde sales tú es treinta veces el número normal. Curioso…
– ¡¿A que sí?!
– … Porque le pedí a Sac que me hiciera un estudio de las visitas, y resulta, amigo mío, que mi público busca chistes, referencias friquis y chicas monas. En este orden.
– ¡Oh…!
– Así que me parece que no, Oza.
– Bueno, pues… ¡Fanfic corriente y moliente!